BIENVENIDOS

Quiero hacer un homenaje al primer Gobernador de esta ínsula llamada Barataria: D. Sancho Panza. Por lo tanto, con su debido permiso y siguiendo sus pasos voy convertirme en el segundo Gobernador de esta ínsula e intentar convertirla en un reducto de cultura, algo que hoy en día escasea. Así que todos aquellos que esteis interesados en visitar este lugar: SED BIENVENIDOS.

viernes, 1 de mayo de 2020

PEDRO RODRÍGUEZ DE CAMPOMANES EN EL MUSEO DEL RETRATOEN EL MUSEO

Vamos a hacer una nueva incorporación a nuestro Museo de la Fotografía y el Retrato. En este caso es Pedro Rodríguez de Campomanes, hombre influyente del siglo XVIII y escritor, además de un jurista importante en su época.


                                              

Pedro Rodríguez de Campomanes aparece en este retrato con su vestimenta de jurista, al igual que con su peluca, algo muy frecuente entre la gente importante del siglo XVIII. Su semblante serio y mirada perdida. 

Su verdadero nombre es Pedro Rodríguez Campomanes y Pérez de Sorriba. Fue Conde de Campomanes. Nació en el año 1723 en una familia de hidalgos asturianos. Su padre falleció al año siguiente de su nacimiento y fue su madre quien se encargó de su educación a él y a sus dos hermanos. Con siete años fue su tío materno quien se encargó de su educación,canónigo de la Real Iglesia Colegial de Santa Juliana de Santillana del Mar. Así, con once años pudo estudiar Filosofía en el Convento dominico de Regina Coeli de Santillana y le fue concedido el título de Prima. Concluidos sus estudios volvió a su tierra natal donde estuvo enseñando Humanidades en Cangas de Narcea. Él siguió estudiando las leyes canónicas y civiles y se acabó graduando en Derecho Civil y Canónico. Con diecisiete años se trasladó a Madrid donde se puso a trabajar como pasante con el abogado Juan José Ortiz de Amaya, por las mañanas y por las tardes estaba con el abogado Miguel Cirer y Cerdá. Además asistía al estudio privado de Tomás de Azpuru y Jiménez, que llegó a ser Arzobispo de Valencia y embajador ante las Santa Sede.

Con veintidós años abrió un bufete y tuvo un gran éxito.Compaginó su profesión con el estudio histórico. En 1756 fue nombrado censor de libros de la Corte Antes de esta fecha ya había escrito varios libros como: Disertaciones históricas del Orden y Caballería de los Templarios, obra que le valió para entrar en la Real Academia de la Historia,de la que llegó a ser Director; Antigüedad Marítima de la República de Cartago, obra que le sirvió para entrar en la Real Academia Española; Reflexiones sobre la jurisprudencia española, Discurso sobre el establecimiento de las leyes, y obligación que tienen los súbditos de conformarse con ellas, obra que fue premiada por la Academia de Buenas Letras de Bastia, en Còrcega; Bosquejo de política económica española; Tratado de la Regalía de España...

Era un hombre de la época, con saberes enciclopédicos, sabía siete idiomas.

Entró al servicio directo de la Monarquía en 1755 como asesor general del Juzgado de la Renta de Correos y Postas del Reino, donde puso las bases de la actual Administración del Servicio Postal y que finalizarán con sus Ordenanzas de Correos. Entre otros cargos que ocupó fue ministro togado del Consejo de Hacienda, fiscal de lo civil del Consejo Real de Castilla, consejero y camarista de Castilla y consejero de Estado.

En 1758 fue nombrado miembro de la Académie des Inscriptions et Belles Lettres de París y en 1786 fue nombrado miembro de Philosophycal Society of Filadelfia. También fue presidente de la Real Congregación de Nuestra Señora de Covadonga en Madrid

Murió en 1802, casi ciego.


Todo un personaje del siglo XVIII y muy poco conocido hoy en día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario