Traigo una reflexión a esta ínsula, ¿son importantes los premios literarios?, ¿para qué valen? Hay opiniones para todos los gustos, desde aquellos que opinan que solo valen para premiar a escritores y escritoras ya consagrados, veáse por ejemplo casos como el de Dolores Redondo que ganó el Premio Planeta en el 2016 o Camilo José Cela que ganó dicho premio en 1994. Así escritores como Delibes o Marsé denunciaron que estos premios ya estaban dados antes de que se hiciera público. No obstante, también nos encontramos con autores como Alberto Blecua que lo niegan. Lo que está claro es que hoy en día los grandes premios literarios como el Premio Planeta, el Nadal, Biblioteca Breve, Alfaguara, Anagrama, Herralde..., suelen premiar a escritores y escritoras ya consagrados/as por lo que hay que ir a premios de menor importancia para conseguir que premien por la obra y no por el nombre.
En esta Ínsula ya reflexioné en varías ocasiones la importancia que tienen los premios literarios que convocan Asociaciones, Ayuntamientos pequeños o institutos. De hecho, gracias a dichos premios personas anónimas como Mariña Fernández consiguió en el año 2006 el Certamen Literario Luis Antonio Alonso Castellanos por su obra Fin o Juan Santos Santos que logró el Premio Lorenzo Serrano en el 2019 por su obra La caja de puros. Nombres anónimos pero que gracias a unos premios literarios vieron colmada su felicidad premiando una composición realizada por ellos mismos.
Yo soy partidario de los premios literarios, sean de mayor o menor identidad porque siempre benefician a la lectura, algo fundamental hoy en día cuando se lee cada vez menos.
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