Hace unas semanas anunciaba que no iba a permitir entrar en esta Ínsula a ningún circo que llevara animales, ya que las condiciones en las que viven no son las más adecuadas. Pues bien, ayer fui a ver el CIRCO COLISEO, un circo que anunciaba la presencia de leones, tigres y un león marino. Lo que más me llamó la atención es que con la entrada te daban un folleto donde defendían la presencia de animales en el circo. Así decían que los animales del circo son fruto de una larga generación de animales criados en cautividad y que mientras que la vida del oso pardo en libertad es cada vez más complicada, en el circo su vida es más larga. Y lo mismo dicen del resto de animales. Así que me dije, bueno, vamos a darle una oportunidad, a lo mejor es cierto que estos animales están bien en un circo y yo soy el equivocado, bueno y todos los que defienden que los animales deben estar en libertad.
El circo comenzó con los leones y tigres, se les veía bien cuidados..., pero no creo que a ellos les gustara tener que hacer lo que la domadora le mandaba. Pero cual fue mi sorpresa cuando empecé a ver circular por delante de mis ojos un montón de animales: perros, lobos, gatos, osos, un león marino, un camello e incluso ¡patos!. Me quedé alucinado, para que tanto animal. Un circo bueno es aquel que tiene malabaristas, trapecistas, magos, contorsionistas, payasos... ¿Hace falta tener un zoo para considerarse un buen circo? Rotundamente digo: ¡NO!
Así que una vez que salí de este circo me reafirme en mi tesis, a la Ínsula de Barataria le está prohibida la entrada a circos con animales. Puede que vivan más que en libertad, pero dudo que su calidad de vida sea mejor. ¿Se les ha consultado si quieren hacer lo que allí tienen que hacer? ¿Acaso hacer de payasos, como hacían los osos es lo que ellos quieren? ¿Se imaginan ustedes encerrados en jaulas y haciendo payasadas y a cambio su vida será más larga? Estoy seguro que preferirían una vida más corta pero de mejor calidad.
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