LANZAROTE

Hace unos días que acabo de regresar de un lugar maravilloso: Lanzarote. Una isla muy bonita que quiero recomendar a todos aquellos que entren en esta ínsula.

 

Como todos saben es una isla que pertenece a Canarias, los fenicios llamaban a este archipiélago Alizuth que significa placer y alegría. Con la llegada de los griegos comenzó a llamarse Campos Elyseos, lugar donde los habitantes pasaban una vida dulce y tranquila. Los poetas comenzaron a utilizar este nombre y el de Islas Afortunadas para hacer referencia a las Canarias.

 

Respecto al nombre de Lanzarote, Nebrija dice que se debió a la unión de lanza con rota, al habérsele roto la lanza al conquistador Juan de Bethencourt. Esta es una de las hipótesis aunque hay más.

 

La historia de esta isla está llena de luchas y de conquistas de hecho en 1586, el corsario Argelino Morato la conquista y quema los Archivos y Oficios de los Escribanos sin que se salvase ningún documento y manuscrito antiguo.

 

Si tuviese que recomendar algún sitio para visitar, no podría porque todo me encantó; como por ejemplo el Mirador del río hecho por César Manrique.

 

 

                                  

 

INTERIOR DEL MIRADOR

 

Es una isla con una gran actividad cultural de hecho cuenta con un festival de Artes escénicas y una Muestra de cine, entre otras actividades. Además, tenemos que tener en con una serie de espacios culturales como: la Fundación César Manríquez

 

                    

 

el Museo Internacional de Arte Contemporáneo Castillo de San Gabriel con obras de pintores como: Francis Bacon, Antoni Tàpies o Eduardo Chillida. Centro Insular de Cultura "El Almacén" o el Auditorio de los Jameos del Agua

 

En fin, podía estar hablando de esta isla durante mucho tiempo, por eso creo que lo mejor es visitarla y les dejo con unos versos compuestos por Rafael Alberti dedicados a César Manrique y que habla de esta isla:

 

Vuelvo a encontrar mi azul,
mi azul y el viento,
mi resplandor,
la luz indestructible
que yo siempre soñé para mi vida.

Aquí están mis rumores,
mis músicas dejadas,
mis palabras primeras mecidas de la espuma,
mi corazón naciendo antes de sus histórias,
tranquilo mar, mar pura sin abismos.


Yo quisiera tal vez morir, morirme,
que es vivir más, en andas de este viento,
fortificar su azul, errante, con el hálito
de mi canción no dicha todavía.


Yo fui, yo fui el cantor de tanta transparencia,
y puedo serlo aún, aunque sangrando,
profundament, vivamente herido,
lleno de tantos muertos que quisieran
revivir en mi voz, acompañándome.


Más no quiero morir, morir aunque lo diga,
porque no muere el mar, aunque se muera.
Mi voz, mi canto, debe acompañaros
más allá, más allá de las edades.


He venido a vosotros para hablaros y veros,
arenales y costas sin fin que no conozco,
dunas de lavas negras,
palmares combatidos, hombres solos,
abrazados de mar y de volcanes.

Subterráneo temblor, irrumpiré hacia el cielo.
Siento que va a habitarme el fuego que os habita