A veces, la pintura y la literatura van de la mano; dos artes importantes que se entrecruzan constantemente. En muchas obras literarias basan su argumento en una pintura, como Las Meninas de Antonio Buero Vallejo y en otras ocasiones, la propia pintura se pone al servicio de la literatura, como es el caso de Salvador Dalí que hizo unas fantásticas ilustraciones del Quijote.
El motivo por el cual he realizado dicha reflexión se debe a la exposición que en estos días hay en la Casa del Lector en Madrid, bajo el título "La oficina de San Jerónimo". Una exposición que comenzó el 17 de septiembre y permanecerá hasta el 16 de marzo. En ella se pueden ver 17 retratos de San Jerónimo, patrón de los escritores y traductores; 13 lienzos pintados por Giles Aillaud, Antonio Recalcati y Eduardo Arroyo a partir de la novela de Balzac, Una pasión en el desierto.
En esta exposición también se pueden ver obras donde se fusiona la pintura figurativa y la literatura de la mano de pintores como: Rafael Cidoncha, Carlos García-Alix y Sergio Sanz.
Por último comentar que quien se acerque a la Casa del Lector también podrá ver el cortometraje "El orador o la mano" de Ramón Gómez de la Serna o fotografías de bailarines, púgiles, pintores u obreros sin que ninguna de ellos aparezcan con los dos pies apoyados en el suelo. También hay un homenaje a la obra El retrato de Dorián Gray de Osacar Wilde. Según el comisario de esta exposición es el mejor libro que expresa la relación entre pintura y literatura: "El cuadro que envejece, el artista que no, es extraordinario e ilustra perfectamente la relación entre literatura y pintura"
Así que ya saben si están en Madrid no duden en visitar esta fantástica exposición, entre los que se encuentra este lienzo pintado por: Eduardo Arroyo, Gilles Aillaud, Francis Biras, Lucio Fanti, Fabio y Nicky Rieti, titulado "La dacha"
"La dacha"
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