Vamos a dedicarle una de las calles de esta Ínsula a uno de los grandes escritores del siglo XX, Juan Ramón Jiménez, que en 1956 recibió el Premio Nobel de Literatura en 1956.
Nació en 1881 y ya con catorce años comenzó a escribir. Estamos ante una persona muy maniática, de hecho hacia el final de su vida se dedica a recoger su obra, publicarla en veintiún volúmenes y a corregirla. Tenía obsesión con la corrección de su obra. Pero sus manías no se limitaban a su obra, también estaba relacionada con su vida personal. Así odiaba a los médicos y decide leer libros de medicina para resolver sus problemas digestivos. Es más se plantea irse de Madrid para escaparse de gérmenes y contagios.
Es un escritor con fama y prestigio, de hecho su obra se vendía muy bien a excepción de Platero y yo. Pero esto no quita que hacia final de su vida tenga problemas económicos, llegando a vivir de la renta de pisos alquilados por su mujer, Zenobia, en EEUU.
Fue republicano, de hecho firmó manifiestos a favor de ella, aunque no asistía a ningún acto debido a que era una persona antisocial
Al publicar su primera obra, Canción no tendrá apenas éxito, llevándose una gran decepción.
A parte de escribir libros también escribía conferencias para que las leyeran otras personas por él.
Cuando estalla la sublevación, él se pone del lado de la República y el 22 de agosto de 1936, él y su mujer se van de España. Pasan unos días en París y de ahí a Nueva York y Washington intentando buscar sin éxito apoyos a la República, de hecho llega como agregado cultural a la embajada de España de EEUU. De Norteamérica se va a Puerto Rico y a Cuba donde escribe en periódicos como "Diario de la Marina" siempre en defensa de la República. Pasa tres años en este país. Vuelven a EEUU, pasan dos meses en Nueva York y se va a Miami a dar conferencias. Pasará tres años en Miami.
En 1948, se trasladan a Argentina a dar conferencias y se vuelven a vivir a Puerto Rico. En la Universidad de este país dará un curso sobre el Modernismo.
A partir de 1954 deja de escribir porque estaba enfermo. En 1956, muere Zenobia y en 1958 muere Juan Ramón con 77 años.
A continuación un pequeño fragmento de su obra más conocida Platero y yo:
"Dondequiera que paro, Platero, me parece que paro bajo el pino de la Corona. Adondequiera que llego- ciudad, amor, gloria- me parece que llego a su plenitud verde y derramada bajo el gran cielo azul de nubes blancas. El es faro rotundo y claro en los mares difíciles de mi sueño, como lo es de los merineros de Moguer en las tormentas de la barra; segura cima de mis días difíciles, en lo alto de su cuesta roja y agria, que toman los mendigos, camino de Sanlúcar"
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