Como saben todos los visitantes de esta Ínsula, no suelo hablar de fútbol, a pesar de ser un deporte que me gusta mucho, pero creo que lo que ha sucedido en este mundial merece por mi parte una pequeña reflexión.
Nuestra selección española hizo el ridículo en este mundial, ya que solo ganamos un partido, empatamos otro y perdimos dos. No jugó a nada y pasamos a ser favoritas, como siempre a caer de una forma vergonzosa a una selección que nos supo jugar muy bien y que ya está en semifinales, la selección de Marruecos.
Supongo que se preguntarán, si la selección fracasó fue por culpa del entrenador, Luis Enrique y de los jugadores. Cierto, pero también tiene culpa el presidente de la Real Federación de Fútbol, Luis Rubiales, en su empeño de mantener como seleccionador a una persona que no eligió a los mejores jugadores que había en España, sino a los que a él le gustaría tener en su equipo. Realmente, ¿era la selección española o era la selección de Luis Enrique y Luis Rubiales?
La respuesta la tenemos ahora, después del fracaso de nuestra selección, el señor Rubiales ha decidido que hay que darle continuidad al trabajo realizado por Luis Enrique y nombra como seleccionador a Luis de la Fuente, seleccionador de la selección española sub-21.
No tengo nada en contra de esta persona, de hecho ha logrado grandes éxitos con la sub-21, pero nombrarlo seleccionador de la absoluta para seguir una continuidad, me parece una equivocación.
Señor Rubiales, como bien leí en un artículo, usted debió de leer el libro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Manual de resistencia porque después de todos los escándalos que le rodean, sigue agarrado a su cargo y tomando decisiones como la que acaba de tomar, de nombrar a un seleccionador del cual la mayoría de españoles y españolas recelamos. Ojalá me equivoque y en la próxima Eurocopa, le de la razón, pero creo que no va a ser así.
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