La semana que viene se celebra el día de los enamorados y nosotros desde esta Ínsula siempre lo celebramos dedicando ese día a un poeta o poetisa que ha escrito algún poema de amor. Pero eso será la semana del 14 de febrero, lo que ahora queremos es anticiparnos a ese día y hablar de cinco grandes poemas de amor, por si algun visitante lo quiero utilizar para ese día tan romántico.
Comenzamos con un poema de la poetisa Dulce María Loynaz. Poetisa cubana, considerada una de las principales figuras de la literatura cubana e iberoamericana. En 1992 obtuvo el Premio Cervantes.
Sus primeros poemas los publicó en 1920 en el periódico "La Nación". De entre sus poemas elijo el titulado "Quiéreme entera":
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras
El siguiente poema es de Petrarca, poeta italiano de la Edad Media, considerado el padre del Humanismo. Su gran obra es el Cancionero. De entre sus poemas he elegido "Bendito sea el año...":
Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenose al alma mía.Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.
Continuamos con el escritor uruguayo Mario Benedetti, escritor muy reconocido, de hecho muchos de sus libros han sido traducidos a más de veinte idiomas. Recibió el Premio Reina Sofía de Poesía. Formó parte de la Generación del 45. Entre sus poemas he elegido "Bienvenida":
Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.
Cuando hablamos de poesía de amor, siempre hay que citar a Pablo Neruda. Poeta chileno que obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Entre sus poemas he elegido el siguiente:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Finalizo con un poema del poeta renacentista Garcilaso de la Vega. Nació en Toledo de familia noble. Entre sus poemas elegí el siguiente soneto:
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario