Vamos a dedicarle una calle de nuestra ínsula al Premio Nobel de Literatura de 1990, Octavio Paz
Nació en México en 1914. Con 16 años publica sus primeros poemas en la revista "Barandal".
En 1939 dirige la revista "Taller" y en 1943, "Hijo pródigo". Anteriormente había escrito Luna Silvestre, ¡No pasarán! o Entre la piedra y la flor.
En 1944, con una beca Guggenheim pasa un año en Estados Unidos. En 1945, entra en el Servicio Exterior Mexicano y es enviado a París. Así entra en contacto con los poetas surrealistas.
En la década de los 50 publica: Libertad bajo palabra, El laberinto de la soledad o El arco y la lira. Posteriormente publicará: Cuadrivio, El signo y el garabato, Sombras de obras o La llama doble.
En 1981 es galardonado con el Premio Cervantes.
Muere en 1998, con carácter póstumo se publica Figuras y figuraciones y Memorias y palabras epistolario entre el autor y Pere Gimferrer durante los años 1996 y 1997
A continuación unos versos de su poema "Piedra de sol":
"un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo"
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo"
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