El otro día leí un artículo del Catedrático de Historia de USC, José Carlos Bermejo Barrera, donde decía que la situación en la que se encuentra hoy en día España se asemeja al género teatral del vodevil, porque: la corrupción en política es altísima, los sueldos de los parlamentarios están alejados de la realidad en la que vivimos, donde el fraude fiscal es altísimo, donde ningun político corrupto acaba en la cárcel, donde los jueces son sacados del medio si molestan... Estas y algunas más son las causas por las que cree que España se acerca a ese género teatral. Pero yo no estoy de acuerdo con este ilustre catedrático, ya que creo que la situación española se acerca más al género teatral de la tragedia. Mis razones son las siguientes:
En primer lugar me gustaría definir vodevil y tragedia. En el primero varias parejas de personajes representan sus papeles en el juego del engaño y la infidelidad, una infidelidad que todo el mundo conoce, pero de la que no se habla hasta que alguien es sorprendido in fraganti. Siempre hay engaños, mentiras y malentendidos. El objetivo es conseguir el mayor placer que suele ser prohibido. Un ejemplo de vodevil es Hay que purgar a Totó de Georges Feydeau.
La tragedia en cambio es un género teatral donde se presenta un conflicto trágico que se traduce en un alto heroísmo. El héroe debe sobreponerse a un destino adverso. Normalmente el héroe suele sufrir. Un ejemplo de tragedia es El médico de su honra de Caderón de la Barca.
Pues bien: los españoles/as que están en el paro sin una ayuda, los que están perdiendo sus casas, los que han confiado en los bancos y ahora no se les devuelve su dinero, los niños y niñas que solo se pueden alimentar una vez al día, los que duermen en la calle porque no tienen otro sitio...; ¿NO ES UNA TRAGEDIA? Desde luego a mí no me causa gracia ninguna. En estos momentos en España se vive una auténtica TRAGEDIA.