En 1922, Jacinto Benavente recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el segundo español que lo recibía. Por eso, creo que se merece que una de las calles de esta Ínsula reciba el nombre de tan insigne escritor.
Nació en 1866 en Madrid. Estudió Derecho en la Universidad de Madrid, pero a la muerte de su padre, dejó los estudios y se dedicó a la literatura y además fue empresario de un circo.
Sus obras fueron censuradas durante la Guerra Civil por dos circunstancias: su homosexualidad y por haber sido cofundador en 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética. Durante esta contienda estuvo en Madrid y luego en Valencia. En 1947, se unió a la manifestación que se hizo en Madrid a favor de Franco, congraciándose con el Régimen y acabando con la censura de sus obras.
Entre 1948 y 1954 fue presidente honorario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Murió en 1954.
Respecto a su obra, abordó todos lo géneros literarios. Su primera obra estrenada es El nido ajeno en 1894, le siguen Gente conocida y La comida de las fieras. En 1900, empieza a hacer otro tipo de teatro más profundo y se ve en obras como: La noche del sábado, El dragón de fuego o Los intereses creados. Esta última tendrá un gran éxito de público.
En 1909, funda junto al actor Porredón un teatro para niños y escribió obras como: El Príncipe que todo lo aprendió en libros.
En 1903, publica La malquerida internándose en el drama rural.
También publicó poesía como: Versos y fue crítico de teatro en el periódico "El Imparcial", recogiendo sus artículos en obras como: De sobremesa, El teatro del pueblo o Acotaciones
Como siempre recojo un pequeño fragmento de una de sus obras, en este caso de Los intereses creados para que se animen a su lectura:
"Conviene que el pueblo crea que hace justicia; con la ilusión de que sus males han terminado se levantará su abatido espíritu.
Dejadle creer que con Crispín y Polichinela los Crispines y Polichinelas terminaron”
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