Hace cinco años que murió uno de los escritores más importantes de la literatura universal, me refiero a José Saramago. Estamos ante un escritor portugués, afincado en España y que fue Premio Nobel de Literatura en 1998. Poco hay que decir de él que ya no se haya dicho, simplemente lo que pretendo es hacerle un pequeño homenaje al escritor de obras como Caín o Las interminencias de la muerte, por citar dos de sus libros. Y que mejor homenaje por parte de este Gobernador que incluirlo en el Parque de las Letras de esta ínsula, con su estatua correspondiente
"Cuando el señor, también conocido como dios, se dio cuenta de que a adán y eva, perfectos en todo lo que se mostraba a la vista, no les salía ni una palabra de la boca ni emitían un simple sonido, por primario que fuera, no tuvo otro remedio que irritarse consigo mismo, ya que no había nadie más en el jardín del edén a quien responsabilizar de la gravísima falta, mientras que los otros animales, producto todos ellos, así como los dos humanos, del hágase divino, unos a través de mugidos y rugidos, otros con gruñidos, graznidos, silbos y cacareos, disfrutaban ya de voz propia"
Fragmento de la obra de este escritor, Caín
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