Estimado Peter:
Le escribo esta carta para agradecerle todo lo que hace por mejorar la salud de la gente. De hecho, gracias a sus investigaciones sobre el sistema inmunológico, obtuvo en 1996 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, junto a su homólogo Rolf M. Zinkernagel. Siendo el primer veterinario que consigue dicho premio.
Usted es un trabajador nato, ya que se graduó en la Universidad de Qeensland en 1966, pero ya desde 1963 estaba trabajando como veterinario en el Instituto de Investigación Animal de Brisbane. De aquí pasó al Departamento de Patología Experimental del Instituto Moredun de Edimburgo y en 1971 regresó a su país para formar parte del Departamento de Microbiología de la Escuela John Curtin. Es en este periodo cuando junto a Zinkernagel descubren el papel de los linfocitos T en la destrucción de las células infectadas por un virus. Descubrimiento importantísimo en el campo de la Medicina.
Pero usted, a pesar de este descubrimiento quiso seguir creciendo profesionalmente, por eso se trasladó a EEUU para ejercer como profesor asociado en el Instituto Wistar de Filadelfia, en el que estuvo hasta 1982. Pero supongo que volver a su país era una de sus prioridades por eso volvió a la Escuela John Curtin como profesor titular y Director del Departamento de Patología Experimental.
Su curriculum sigue creciendo y así en 1988 dirige el Departamento de Inmunología del Hospital Infantil St. Jude de Menfis y a partir de 1992 ejerció como profesor adjunto en la Universidad de Tennessee.
Su trabajo ha recibido muchos premios, no solo el Nobel sino también el Premio Paul Ehrlich, el Premio de la Fundación Gairdner de Canadá o el Premio Albert Lasker de investigación médica.
Es usted un ejemplo para muchos médicos, investigadores y estudiantes. Ojalá existieran muchos Doherty como usted
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