Hemos hablado en muchas ocasiones del Quijote, abordando temas muy diversos. También hemos hablado de sus personajes principales e incluso los hemos incluido en nuestra Sala de Personajes Literarios, es el caso de Rocinante, Sancho Panza, D. Quijote o Dulcinea. Pero como todos sabemos, esta obra está formada por un conjunto de personajes secundarios que enriquecen la obra y entre estos personajes secundarios se encuentra la pastora Marcela a la que vamos a incluir en esta Sala
Es uno de los personajes que aparecen en las historias intercaladas del Quijote, reforzando la fuerza y la importancia que tienen las mujeres en esta novela.
Marcela es huérfana de padre y de madre y vive con su tío que es sacerdote. Es descripta como una mujer muy bella, por lo que tiene muchos pretendientes, pero a todos los rechaza y decide hacerse pastora. Esto lleva a que muchos caballeros se hagan pastores y vayan en su busca. Entre ellos está Grisóstomo que se suicida cuando ella lo rechaza, lo que lleva a que sea muy criticada:
"Y con esta manera de condición hace más daño en esta tierra que si por ella entrara la pestilencia, porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones de los que la tratan a servirla y a amarla; pero su desdén y desengaño los conduce a términos de desesperarse, y, así, no saben qué decirle, sino llamarla a voces cruel y desagradecida, con otros títulos a éste semejantes, que bien la calidad de su condición manifiestan"
Todo esto lleva a que Marcela tenga que hacer un bello discurso para defenderse ante tales acusaciones:
"Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura"
"
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