Quiero dedicarle una de las calles de esta Ínsula a un periodista que también se dedicó a escribir, me refiero a Jaime Campmany y Díez de Revenga.
Nació en Murcia el 10 de mayo de 1925, cursando la carrera de Derecho en su ciudad natal. También hizo la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca. En Madrid, cursó la de Periodismo.
En 1943, gana el Premio Polo de Medina por su obra Alerce. Posteriormente, funda una revista literaria que lleva el nombre de esta obra. Pero antes que escritor es periodista, de hecho colabora en diarios como "Línea", "La hora", "Alcalá", "Poesía española" o "Índice".
Su ideología conservadora le lleva a escribir en periódicos con una clara ideología de derechas, es el caso de: "Arriba" que escribe artículos bajo el título "La pajarita de papel"; o en "ABC" con la sección "Escenas políticas"; o en el semanario "Época" con la sección "Episodios Nacionales". De la cual también llegó a ser su Director.
Respecto a su faceta como escritor, hay que destacar El jardín de las víboras, Doy mi palabra (donde recoge sus 100 mejores artículos periodísticos), El Rey en bolas y otros romances, El pecado de los dioses (primer libro de una trilogía formada por La mitad de una mariposa y El abrazo del agua), El Callejón del Gato. Retratos al vitriolo (donde describe a veinticinco personajes de la vida social, literaria y política de la sociedad española de finales del siglo XX)
Otra de sus profesiones fue la de profesor, de hecho dio clases en la Escuela Oficial de Periodismo.
A esto todo, hay que añadir que fue consejero nacional de Prensa y miembro de su comisión permanente.
Murió el 13 de junio del 2005, a causa de una embolia pulmonar.
A continuación muestro unos versos de la obra Romancero de la Historia de España escrito por este autor:
“Seis siglos permaneció
Roma en el solar hispano:
dos, antes de Jesucristo,
cuatro en período cristiano.
Los primitivos celtíberos
quedaron romanizados
y ciudadanos de Roma
los declaró Vespasiano,
y luego les abrió Tito
puertas que llevan al Mando.
Ellos fueron Roma misma
más que de Roma aliados,
no por Roma sometidos
sino que a Roma mamaron.
A ser Madre vino Roma
más que a país conquistado.”
***
“Roma ya no estaba en Roma,
como dijo el peregrino
que en Roma puso Quevedo
mirando pasar el río.
Estaba el Imperio roto,
en parcelas dividido,
regido por tetrarquías
y entregado al hedonismo.
Nadie toma ya la espada
en militar ejercicio,
ni defiende las fronteras
ni expulsa a los enemigos.
El botín de las victorias
y el transcurrir de los siglos,
a Roma la triunfadora
tristemente han convertido
en país de funcionarios
y de corruptos políticos.”
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