Vamos a incorporar a nuestra Biblioteca "Alonso Quijano" un nuevo libro, en este caso es Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez. En el prólogo de este libro, su autor dice: "Creo haber logrado así el libro de cuentos más próximo al que siempre quise escribir". García Márquez llevaba un tiempo intentando escribir un libro de cuentos y lo consigue con este del que se siente muy contento.
En estos doce cuentos trata temas diversos como el encuentro entre un ex presidente y un compatriota, el intento de beatificación de una niña, los sueños de un narrador ante una bella mujer que está durmiendo, una mujer que interpreta sueños, una mujer que entra por equivocación en un psiquiátrico, un castillo encantado, la premonición de un personaje como María dos Prazeres, el miedo que Italia le da a Prudencia Linero, la tramontana y sus nefastas consecuencias, la institutriz, la navegación a través de la luz o un pinchazo con graves consecuencias.
Como en todas las obras de García Márquez los personajes están muy bien elaborados, así aquí nos encontramos con una gran cantidad de personajes muy bien descritos tanto física como psicologicamente. Es el caso, por ejemplo, de Homero Rey de la Casa protagonista del primer cuento titulado "Buen viaje, señor Presidente". Homero trabaja en un hospital de Ginebra como chófer de ambulancias. Él es de San Cristóbal de las Casas, pueblo del país que presidió el ex presidente con el que se encuentra en Ginebra. Está casado con Lázara Davis y tiene dos hijos: Bárbara y Lázaro. Es una persona tímida y muy inocente. Él cree que el ex presidente tiene mucho dinero y puede aprovecharse de él, ya que su sueldo era mínimo para mantener a la familia. Al final, será él el que tenga que ayudar al ex presidente. De hecho, hasta llegan a compadecerse de él:
"Antes de salir, descolgó la ropa mojada, sin consultárselo, y se la llevó para secarla y plancharla en la casa. Se fueron en la motoneta, Homero conduciendo y Lázara en la parrilla, abrazada a su cintura. Las luces públicas acababan de encenderse en la tarde malva. El viento había arrancado las últimas hojas, y los árboles parecían fósiles desplumados. Un remolcador descendía por el Ródano con una radio a todo volumen que iba dejando por las calles un reguero de música. Georges Brassens cantaba: Mon amour tiens bien la barre, le temps va passer por là , et le temps est un barbare dnas la genre d´Attila, par là où son cheval passe l´amour ne repusse pas. Homero y Lázara corrían en silencio embriagados por la canción y el olor memorable de los jacintos. Al cabo de un rato, ella pareció despertar de un largo sueño.
- Carajo- dijo
-¿Qué?
- El pobre viejo- dijo Lázara ¡Qué vida de mierda!ª
Recomiendo la lectura de esta obra, primero por lo entretenida que es y segundo por la calidad literaria que tiene.
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