Como Gobernador de Barataria voy a empezar a hacer visitas oficiales a monumentos de todo el mundo e informaré aquí de esos lugares. Dichos monumentos en muchas ocasiones han sido motivo de creaciones literarias, en otras ocasiones han servido para que escritores y escritoras escribieran sus obras, han servido para inspirar películas o de escenario para esos rodajes. Por eso, me parece muy interesante acercarnos a esos monumentos y conocerlos a fondo.
Así mi primera visita oficial es a El Escorial, un lugar que resume las aspiraciones ideológicas y culturales del Siglo de Oro
Este monasterio fue ideado por Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI y fue el arquitecto Juan Bautista de Toledo el arquitecto, interveniendo posteriormente en dicha obra Juan de Herrera, Juan de Minjares, Giovanni Battista Castello y Francisco de Mora.
Estamos ante un monumento de estilo herreriano. Su primera piedra se colocó el 23 de abril de 1563 en la sierra de Guadarrama a 50 kilómetros de Madrid. Felipe II quería construir dicho monasterio para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín, convirtiéndose posteriormente en residencia de la familia real y también en su sepultura, de hecho el rey murió en este lugar. Y se encuentran enterrados tanto reyes como sus respectivas esposas e incluso D. Juan de Borbón y María de las Mercedes de Borbón y Orleáns que no fueron reyes por renunciar a la corona. Al morir los reyes están durante cincuenta años en una sala cercana llamada el Pudridero y después pasan al Panteón de los Reyes. En 1862, Isabel II mandó construir el Panteón de Infantes para enterrar a los hijos de los reyes que no llegan a reinar y a las esposas reales que no tuvieron descendencia. Dicho proyecto fue llevado por José Segundo de Lerma y fue acabado en el periodo de Alfonso XII
Actualmente viven aquí los monjes agustinos, aunque anteriormente fueron los monjes jerónimos los que llevaron dicho monasterio
En 1584 finalizaron las obras. El material utilizado fue el granito y está formado por jardines y un estanque
Fue un lugar muy importante donde impartían enseñanza, de hecho Manuel Azaña estudió aquí
En 1671, sufrió un incendio, destruyendo parte del monasterio, por lo que Carlos II ordenó reconstruir el edificio. Por lo que esa parte va a tener el estilo barroco, propio de la época. Sría el prior fray Marcos de Herrera el que se encargaría de la reconstrucción, finalizando en 1676
Dentro del monasterio nos podemos encontrar con una serie de esculturas como la de los reyes de Israel: Iosaphad, Ezachias, David, Salomón, Iosias(que fue el que encontró el Libro de la Ley del Señor) y Manasses. También nos podemos encontrar las estatuas de Carlos I y Felipe II realizadas por Pompeo Leoni. Pero no solo esculturas, sino también nos vamos a encontrar con pinturas realizadas por Peregrin de Peregrini, Federico Zuccaro, Lucas Cambiasso o Lucas Giordano. Una de las joyas del Monasterio es la escultura de mármol blanco "Cristo en la Cruz" de Benvenuto Cellini, considerado una obra maestra del siglo XVI florentino
Destacar también en el Patio de los Evangelistas, las estatuas de los Evangelistas: San Lucas, San Mateo, San Juan y San Marcos que tienen todos ellos un libro abierto en sus manos y fue hecho por Juan Bautista Monegro
Señalar la Biblioteca en cuya entrada hay una inscripción que amenaza con pena de excomunión al que saque un libro u objeto de este lugar. Aquí nos encontramos libros en latín, hebreo, árabe, provenzal fechadas entre los siglos XIV y XV, encuadernaciones del siglo XVI en oro y policromía e incunables. Los libros están puestos con el lomo vuelto al revés porque se creía que así se conservaban mejor. Las estanterías donde se encuentran los libros fueron realizadas por Juan de Herrera. La Biblioteca nació en 1575 con una entrega por parte de Felipe II de 4000 volúmenes procedentes de su biblioteca. En 1576, Diego Hurtado de Mendoza hizo una donación a la Biblioteca, a cambio de favores. El incendio del monasterio también afectó a la Biblioteca
Carlos III y Carlos IV utilizaron el monasterio para sus cacerías, por olo que modificaron el primer piso para sus estancias y adornaron las habitaciones con relojes, lámparas y tapices de Goya, Bayeu, Castillo, Teniers y Wouerman
A continuación un poema de Pedro Salinas dedicada al Escorial:
ESCORIAL II | |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario