Ultimamente estamos siendo testigos de un aumento de casos machistas en nuestra sociedad: caso Rubiales, un pueblo donde de premio para las mujeres les dan bayetas y a los hombres licores, manifestaciones machistas de dirigentes políticos... y no digamos la cantidad de violaciones que se dan y que lleva a que gente como Andrea Giambruno actual pareja de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, diga en un programa de televisión que tiene que "Si evitas emborracharte, tal vez evites también ciertos problemas", a raíz de la violación de una chica. Todo esto nos lleva a un retroceso tremendo en la lucha por la igualdad. A veces, muchos de estos y estas personas que hacen este tipo de comentarios, o que actúan de una forma tan machista me recuerdan a un personaje creado por Lorca y donde mostraba este machismo pero encarnado en una mujer, Bernarda Alba. Un gran personaje literario que se merece estar en nuestra Sala de Personajes Literarios
Bernarda Alba tiene 60 años. Su madre tiene demencia senil y odía a su hija y a sus nietas:
"Ya sé que es una oveja. Pero, ¿por qué una oveja no va a ser un niño? Mejor es tener una oveja que no tener nada. Bernarda, cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena"
Tiene cinco hijas, siendo la mayor de un matrimonio anterior. Al comienzo de la obra se queda viuda, por lo que tanto ella como sus hijas deberán estar ocho años de luto.
Con ellas también viven dos criadas que critican a la señora:
"Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueves durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara"
A Bernarda también le gusta criticar, aunque odia que la critiquen a ella. Lo más importante para este personaje es velar por la honra en su casa, de hecho al final le importa más la honra de su hija que la propia muerte:
"Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra hija) ¡A callar he dicho! (A otra hija) Las lágrimas cuando estés sola. ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? Silencio, silencio he dicho ¡Silencio!
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